Cuando hablamos de imágenes que impacten a nuestros potenciales turistas, a quienes queremos atraer hacia un destino turístico, lo primero que suelen solicitar al requerir tomas para la elaboración de materiales impresos o para la web, es una foto imponente de un determinado atractivo, sea este una cascada, un río, una laguna o lo que sea del interés de ese momento; que no está mal por supuesto, pero muchas veces nos olvidamos del elemento principal que debemos retratar en esa gran imagen: la experiencia.
El “qué puedo hacer en ese lugar” crea una idea más clara de lo que como persona puedo experimentar en ese espacio, me brinda un panorama más exacto de las distintas actividades que podré realizar en ese sitio que ha captado mi interés y ser el protagonista cuando llegue a ese destino.
En varias colaboraciones que he podido realizar en revistas especializadas, al momento de difundir una idea respecto a un determinado atractivo turístico, la experiencia ha sido la protagonista y por tanto los resultados que se habían esperado fueron satisfactorios en cuanto a generar un deseo de vivir lo que mostraba esa fotografía.
¿Ahora cuéntame tú, qué aspectos más crees que debería tener una fotografía que va a ser destinada a la promoción turística de un destino?, déjame tus consejos en los comentarios.
Nos vemos en el siguiente post.